El Real Madrid sigue con paso firme

El Real Madrid de baloncesto se impuso con claridad al Gipuzkoa basket en la segunda jornada de la Liga Endesa gracias al buen trabajo exterior de sus hombres con los Sergios como principales estiletes y la superioridad en el rebote de sus interiores.

De inicio, las cosas no parecían tan claras para los de Pablo Laso. Los locales, espoleados por su afición y apoyados en los buenos jugadores que tiene en plantilla con especial mención a Dani Díez (cedido por los blancos), Hanley y Dean se colocaban seis arriba a falta de casi dos minutos para finalizar el primer cuarto ante la locura del pabellón. Pero ahí se frenó todo. En dos minutos el Madrid ganaba de siete. Tremendo. Apareció Llull para ponerse en 11 puntos con un triple, un robo de balón, un 2+1 y una jugada al contraataque para desnivelar la balanza y lanzar a su equipo.

De inicio, en el segundo cuarto, Sergio Rodríguez cogió su testigo con el apoyo de Carroll y compañía. El canario firmó una actuación sublime con 19 puntos con sólo dos fallos y una sensación tremenda de superioridad sobre la pista en todo momento. 37-46 al descanso era el marcador de un partido en el que los locales se mantenían vivos a pesar de todo.

En el tercer período, con la electricidad de Campazzo en pista y su baloncesto preciosista que engancha a las mejores apuestas de este deporte, el Madrid quiso mantener su ritmo frenético pero los locales consiguieron llevar la distancia a los ocho puntos al final del mismo, lo que les permitiría soñar de cara a los diez minutos finales. Pero volvió Sergio Rodríguez para interponerse con un triple desde medio campo que ponía una losa muy grande, no tanto en el marcador como moral, sobre los hombros del equipo guipuzkoano.

Por último, el cuarto y definitivo período fue un clásico en los partidos del Madrid. Con acelerones y parones, con opción de ver a Maciulis de cuatro y midiendo al máximo las energías jugando con el marcador teniendo en cuenta que el viernes llega la Euroliga, el principal objetivo de la temporada para Pablo Laso y los suyos.

Así, a la espera del partido del FC Barcelona, las sensaciones de superioridad blancas, sin la participación de Nocioni y con Rudy todavía a medio gas, son enormes. Todavía falta una mayor adaptación de Ayón para cerrar un juego interior realmente fiable junto a Bourossis, Reyes y Mejri y las posibles ayudas de Maciulis y Nocioni en ese sentido. Sin duda, parece que Pablo Laso ha encontrado esa plantilla versátil que tanto reclamaba con muchos jugadores que pueden actuar en varios puestos en la distribución madridista dando diferentes soluciones y, en ocasiones, ayudando a desatascar partidos a los que no le encuentras la salida como ocurrió, por ejemplo, en la final de la última Final Four donde el Real Madrid se bloqueó y se quedó a las puertas de un nuevo título europeo. Este año las exigencias vuelven a ser máximas y si Laso quiere continuar lo tendrá que hacer con la Euroliga bajo el brazo.